Fallece Federico Paredes, el incansable arqueólogo

El destacado arqueólogo salvadoreño trabajó durante varios años en diferentes proyectos de investigación, sobresaliendo sus aportes y descubrimientos sobre el grupo escultórico de las Cabezas de Jaguar. Colegas lamentan su pérdida y señalan importantes logros que deja para la historia y cultura local.

El arqueólogo y antropólogo salvadoreño Federico Paredes Umaña falleció este fin de semana, a la edad de 44 años. Colegas califican su legado a la antropología salvadoreña como invaluable y coinciden en que sus trabajos son pioneros.

«Vuela alto y píntanos paisajes infinitos, grafitis de colores y trazos, en ese cielo azul, en esa canva que te llama y espera para bailar contigo y seguir gozando», anunciaron desde Twitter su esposa, hijos, padres, hermanos y demás familia.

Federico Alejandro Paredes Umaña nació el 14 de noviembre de 1978 en San Salvador. Se formó como arqueólogo en la Universidad San Carlos, Guatemala, donde se tituló en 2005.

Estudió un doctorado en la Universidad de Pensilvania, en la Escuela de Artes y Ciencias, donde trabajó en Símbolos locales y dinámicas regionales: la zona central de la Cabeza de Jaguar en el sureste de Mesoamérica durante el Preclásico Tardío (2006-2012).

Además de formarse en un posdoctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México (2012-2014), institución donde también trabajó como profesor en el Instituto de Investigaciones Antropológicas.

En el año 2018 fue galardonado con el Premio Nacional de Cultura, por sus años de estudio y promoción de la cultura prehispánica en el país, mientras se encargó de profundizar sobre orígenes salvadoreños, buscó documentar y sistematizar sobre las ancestrales Cabezas de Jaguar y lo que ellas han implicado en la cultura.

Investigador. Paredes destacó por sus estudios antropológicos, uno de ellos fue «La tradición escultórica Cabeza de Jaguar en el sureste mesoamericano», que presentó en el CENICSH.

Legado a la arqueología nacional

«El legado de Federico tuvo varias aristas, primero que todo al igual que yo, Herbert Erquicia, Marlon Escamilla, Roberto Gallardo, Fabio Amador, José Vicente Genovés, fuimos de la primeras generaciones de arqueólogos salvadoreños que asumió un rol importante en la arqueología después de la época de guerra, éramos la generación joven de los años 90 que hacíamos arrancar la arqueología en este país, es una pérdida bastante triste y lamentable», dijo el arqueólogo Fabricio Valdivieso a LA PRENSA GRÁFICA.

Durante muchos años su trabajo se centró en la documentación de las Cabezas de Jaguar, figuras creadas por los pueblos indígenas que logran ubicar a las poblaciones de El Salvador dentro del mapa.

«Por sus investigaciones sabemos que este grupo escultórico (Cabezas de Jaguar) está vinculado al ejercicio de un poder político por parte de las antiguas sociedades durante el preclásico, considero que las investigaciones de Federico Paredes nos han permitido acercarnos más a esa tradición escultórica milenaria que se desarrolló en el periodo preclásico», destacó el arqueólogo Marlon Escamilla.

Para Heriberto Erquicia, un colega y amigo, las investigaciones que Paredes realizó en el Sureste de Mesoamérica, sobre una tradición importante, mientras elaboraba su tesis doctoral, lo llevó a recopilar la mayor cantidad de estas esculturas Cabezas de Jaguar, realizó un catálogo y luego una interpretación de ellas en los contextos arqueológicos.

Obra. “Mascaron en negro”, un trabajo sobre las Cabezas de Jaguar, hecho por Paredes.

«Es una obra muy importante y también puso en la palestra estos monumentos escultóricos en los espacios públicos como se hizo, por ejemplo en el Paso del Jaguar», dijo.

Por otra parte, el arqueólogo Julio César Alvarado, subraya además el trabajo cercano de Paredes con los hacedores de cultura, «Acompañó a distintas comunidades indígenas y artesanas en esfuerzos de empoderamiento de su herencia cultural y, a la vez, motivando el emprendimiento basado en su patrimonio arqueológico, llegando a conformar la Asociación Cultural Cabezas de Jaguar», reveló.

Agrega que desde dicha asociación, paralelamente, organizó el Archivo Rojo, que incluye parte de la historia documental de los movimientos revolucionarios salvadoreños durante el siglo XX.

Paredes realizó junto al Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI) la exposición «Cabezas de Jaguar, pasado y futuro», donde compartió sus hallazgos arqueológicos y donó algunos dibujos y grabados propios, que se exhibieron en el Museo Nacional de Antropología (MUNA) y en el Museo Regional de Occidente en Santa Ana.

«El Museo de la Palabra y la Imagen estará eternamente agradecido por la generosidad de Federico en compartir sus conocimientos… estuvo pendiente de una de las esculturas Cabezas de Jaguar, que el MUPI rescató y que ahora exhibimos», dijo Carlos Henríquez Consalvi, director del MUPI.

“Federico se fue pronto, demasiado pronto. Queda en aquellos, que, como él, nos apasiona la arqueología, el continuar su incansable labor para convertirla en un eje principal de la identidad salvadoreña”.

Julio César Alvarado, arqueólogo

“Él deja una gran huella en la arqueología salvadoreña del siglo XX y XXI y por supuesto un gran vacío… estaba muy joven, le faltaba todavía hacer muchas más cosas, era una persona que tenía en su cabeza miles de proyectos interesantes”.

Heriberto Erquicia, arqueólogo

“Hay un aporte gráfico de las Cabezas de Jaguar, tenemos conocimiento de la línea gráfica que se desarrolló con estas esculturas, él recopiló información y desarrolló un catálogo de ellas y obviamente hoy podemos obtener información sobre estos monumentos míticos”.

Marlon Escamilla, arqueólogo

“Parte del legado son las colaboraciones que hacía, además de ser un buen amigo, él me acompañó por ejemplo cuando estuve en Tazumal, me ayudó con los registros, tuve su colaboración en las excavaciones y restauraciones”.

Fabricio Valdivieso, arqueólogo

“Con la temprana partida de Federico Paredes Umaña, El Salvador pierde a uno de sus más lúcidos investigadores de las culturas ancestrales, siempre preocupado por el rescate de nuestros patrimonios culturales”.

Carlos Henríquez Consalvi, Director en Museo de la Palabra y la Imagen.

FUENTE: La Prensa Gráfica / www.laprensagrafica.com/cultura/

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