En el caso de las exportaciones, la afectación es mínima para El Salvador, porque su economía está dolarizada. El riesgo para el país es su baja calificación.
La trayectoria de las tasas de interés dictadas por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) está alimentando una apreciación del dólar a escala global y, por ende, la depreciación de otras monedas locales.
Dado que la economía salvadoreña está dolarizada, esta revalorización no ha derivado en impactos negativos en El Salvador, no obstante, la trayectoria de las tasas dictadas por la Fed es un tema que mantiene a la expectativa a diferentes actores, por ejemplo el de exportaciones.
«A nosotros no nos está impactando tanto, porque nosotros estamos dolarizados, más bien el impacto sería para otros países. Entonces, en este momento yo diría que, por una parte, ayuda, porque somos más competitivos trayendo cosas de Europa, es más económico», explicó Silvia Cuéllar, directora ejecutiva de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport).
«Cuando nosotros le vendemos a Europa, el que nos compra tiene que invertir más, porque le sale más caro, pero cuando nosotros importamos de otros países nos sale más económico; entonces, al final hay una compensación, siempre y cuando nosotros estemos usando materia prima que viene de allá», añadió Cuéllar.
Ayer, de acuerdo con la compañía estadounidense de asesoría financiera, software, data y media bursátil, Bloomberg, el precio del dólar cerró por encima del euro (1 dólar = 1.01 euros).
En el mismo sentido que la directora ejecutiva de Coexport opinó el economista Claudio de Rosa, quien explicó que el dólar ha ganado valor impulsado por varios factores entre los que destacan la guerra en Ucrania, que aunada al alza en el valor de la energía, ha generado preocupación por la inflación, a lo que se ha sumado la volatilidad de los mercados financieros, que han enfrentado las alzas en las tasas por parte de la Fed.
«Los inversores tienden a comprar dólares cuando la economía mundial está bajo la incertidumbre de una marcada desaceleración, porque el tamaño de la economía estadounidense hace percibir su moneda como un ‘refugio seguro’», valoró. Para los países que importan materias primas, bienes intermedios y finales, un dólar más fuerte los afecta de manera adversa, porque necesitan pagar más en su moneda local.
«Sin embargo, en el caso de El Salvador, que tiene una economía dolarizada, el impacto es prácticamente imperceptible, porque importamos de Estados Unidos en dólares», anotó. Un dólar de mayor valor encarece las exportaciones de El Salvador a otros países, un fenómeno que está afectando a la mayor parte de países del mundo, dado que el 40 % de las transacciones mundiales se realizan en dólares, más allá de si se realizan o no con Estados Unidos, según el Fondo Monetario.
«Esto hace que los exportadores tengan dificultades para cumplir sus metas. Sin embargo, en el caso de El Salvador, alrededor del 40 % de sus exportaciones tienen como destino Estados Unidos y 2 % Panamá, lo que alivia la presión sobre los exportadores salvadoreños», agregó De Rosa.
La incidencia de la revalorización del dólar en el ámbito financiero salvadoreño es «muy baja o limitada», porque la deuda del país ya está en dólares, opinó por otra parte el economista senior Ricardo Castaneda, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).
«Los vaivenes que tenga el precio del dólar no le afectan de manera significativa; además no es un elemento importante a la hora de acceder o no a financiamiento. En El Salvador, los factores que sí son relevantes a la hora de acceder a financiamiento, por ejemplo, es su perfil de riesgo, es muy alto, lo que provoca que pagaría tasas de interés muy altas y se convertiría en un suicidio financiero hacerlo», anotó.
FUENTE: La Prensa Grafica / https://www.laprensagrafica.com